miércoles, 7 de noviembre de 2012
3 cuentos para Neptuno.
Acuario.
Mi padre solía contarme historias de cuando era buzo. De cómo dinamitó el Blanco Encalada o como atrapaba pulpos con las manos. De cómo abría los ojos y veía un mundo de figuras imposibles de repetir en la superficie. Ahora, yo miro esta ciudad de cristal y cemento y me pregunto si esto es lo que sienten los peces cuando los tiran en un acuario.
Marea Alta.
Se hundió justo antes que la ola reventara. Bajo el agua pierde todo sentido de la orientación. Todo es caótico, ruidoso. Se obliga a permanecer sumergido. Piensa en las arenas doradas y ella acostada. Piensa en el desierto que los rodea y ella caminando entre las piedras. Piensa en ella y en la luna reflejada en la espuma. Cuando vuelve a salir para tomar aire, una ola lo golpea en la nuca, y recuerda que ella se ha ido.
Peces.
No tienen memoria más que por unos minutos. Qué agrado saber que nunca fuiste humano.
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